15 enero 2012

Los Colores

El ojo humano es un órgano fenomenal. La parte frontal del ojo esta compuesta por un sistema de lentes transparentes a la luz, mientras que la parte posterior contiene a la retina, que cumple la función de transformar la luz detectada en impulsos químicos, los cuales son interpretados por nuestro cerebro en forma de imágenes.
Las imágenes que nos conmueven, nos aterrorizan, nos transforman, adquieren sentido en nuestro cerebro, dado un cierto contexto donde entendemos lo que se nos presenta. Independientemente del tipo de imagen recibida en nuestros ojos, todas comparten la característica de estar constituidas por colores. Existen dos aspectos complementarios que debemos discutir al hablar sobre el fenómeno del color; el primero es el aspecto físico del color, como un fenómeno independiente a la percepción, definido desde las leyes físicas, mientras que el segundo es exactamente el color como la percepción que tenemos del fenómeno físico.

Desde la perspectiva del fenómeno físico, del cual nos ocuparemos ahora, los colores no son nada mas que una vibración. Estamos bastante acostumbrados a las vibraciones, a las ondas. Una onda en una cuerda nos solía traer horas de diversión cuando niños, las ondas del mar nos entretienen en verano, y nos asustan en los terremotos. Si el terremoto es intenso y nos zamarrea de un lado a otro muchas veces en poco tiempo, decimos que tiene una frecuencia alta.
A todo lo que ocurre regularmente se le puede asociar una frecuencia, la cual es simplemente la cantidad de veces que se repite en un cierto periodo de tiempo. De ahí que hablemos de la frecuencia con que tal equipo gana el campeonato, o la frecuencia con que pasa el bus para irnos del trabajo a la casa a tomar once.
Los colores (si, estábamos hablando de ellos) son un tipo de vibración, teniendo cada color en particular una frecuencia asociada. El nombre que los colores reciben dentro de las vibraciones
es espectro visible, dado que son la única parte que podemos ver dentro de una gama de vibraciones llamadas espectro electromagnético. Es interesante saber que las ondas que recibe usted todos los días en su aparato preferido de comunicación no son de naturaleza distintas a los colores que usted ve, o a los rayos con que se toman las radiografías o incluso (permítame ponerme sensacionalista) a los rayos producidos en las explosiones nucleares. Todos estos son ejemplos de vibraciones electromagnéticas, que solo se distinguen por su frecuencia.

El color rojo es el color que tiene menor frecuencia mientras que el azul tiene mayor frecuencia. El color blanco (sorprendentemente para las novias), es la mezcla de todos los otros colores, no teniendo una frecuencia definida (en ese sentido no es color puro).

Perfecto, teniendo en mente lo que ES un color, usted, muy apropiadamente podría preguntar: ¿Pero por qué mi banderita chilena, banderita tricolor, tiene esos colores?, o dicho de otra forma, ¿por qué las cosas tienen el color que tienen?. El sol nos irradia con luz blanca, que contiene todas las frecuencias visibles, entonces seria obvio el preguntarse ¿por qué no vemos todo blanco?, quizás solo diferenciando luces y sombras, y en vez de eso vemos la maravilla de un bosque, con todos sus hermosos matices (Si un bosque no le parece suficientemente conmovedor, reemplacelo por su lugar o persona- o ambos- favorito). Para responder esa pregunta, es necesario agregar otra pieza al puzzle del universo.

Las leyes de la física cuántica.

La física cuántica nos enseña que existe un límite fundamental (que no es el límite que rompe el deseo), en el cual las cosas que creáamos contínuas, como la energía, dejan de serlo y se vuelven discretas, osea, dada cierta cantidad fundamental (llamada quantum, plural quanta) podemos tener un quantum o dos quanta o tres quanta, etc, pero no podemos tener 2 y medio quanta. Los electrones en un átomo, poseen una frecuencia definida también en base a estos quanta de frecuencia, lo que se traduce en que no pueden estar a cualquier distancia del núcleo de un átomo, deben estar a distancias definidas y discretas que dependen de las características del átomo en cuestión. Esto debiese sonar extraño, dado que si usted aún guarda las memorias de cuando solía usar el columpio, podrá recordar que no había ninguna restricción en la frecuencia (la cantidad de veces que iba y volvía) con la que se balanceaba, dependía solo de su coraje y su destreza en el balanceo. Los electrones son mas conservadores y ordenados, teniendo solo múltiplos de una frecuencia definida. Un electrón solo puede moverse de una posición a otra, dentro un átomo, si recibe la cantidad precisa de energía requerida para ese salto, ni mas ni menos lo harán cambiar de posición.
Es aquí donde la conexión con los colores se hace evidente. Los electrones de un material se verán alterados solo por la luz que es capaz de moverlos de una de sus "órbitas" a otra, donde la diferencia de energía entre ambas sea exactamente igual a la energía de la luz que brilla sobre ellos. Luego si el material tiene una estructura tal que la energía que los electrones necesitan para moverse es la energía (que al hablar de luz es lo mismo que la frecuencia) asociada al color rojo, entonces los electrones del material reaccionaran solo al color rojo, sin reaccionar ante cualquier otro color que sean sometidos.
Lo electrones que vieron modificada su órbita porque adquirieron energía del color rojo, luego de un corto periodo de tiempo, deben volver a su órbita original, ya que la flojera es ley universal, y todo en el universo tiende a la mínima energía (no se vuelva patudo al aplicarlo a su vida). Lo electrones que vuelven a su estado original emiten un fotón, que no es nada mas que un quantum de color, de la misma característica del que habían absorbido anteriormente.
En resumen, el material en cuestión recibió luz blanca y emitió luz roja. Las cosas entonces tienen el color con que las vemos, debido a su composición química.

Un ejemplo de estas ideas nos lo da el color verde de las plantas.
Las plantas reciben su energía del sol, y son capaces de transformar esta luz (energía) en energía química para sus procesos celulares. Las plantas han optimizado este mecanismo para ser sensibles a los colores rojo y azul, que representan los dos opuestos del espectro visible, sin interactuar con el verde, que es el color que con mayor abundancia proviene del sol. Los miembros del reino vegetal (con algunas excepciones como la betarraga o la zanahoria, por ejemplo), dejan pasar la luz verde, absorbiendo en el extremo rojo y azul del espectro, por lo que, de la luz blanca que proviene del sol, nosotros vemos el restante, que es mayoritariamente, verde.

Ojalá que de ahora en adelante, la expresión "póngale color" haga resonar todas estas ideas en su cabeza lectora.