08 julio 2007

Poemas Ligados a la vieja usanza culinaria:

Poemas Ligados a la vieja usanza culinaria:

Pondré un epígrafe:

“Alejandro, rey de toda Grecia, media Persia, Egipto, emperador del mundo, soberbio, el magno, colmado de poder hasta lo indecible, camina en busca del sabio Diógenes, una vez frente a él, se para y dice: “Diógenes, pídeme lo que desees que yo te lo concederé” , Diógenes le responde “Quítate conchatumadre, me estás tapando el sol”

Primero: Segundo:

Mi cuarto detenido es una reflexión. Con la víscera en el mantel,

Respirar dentro de un cuarto. Nadie puede ser vegetariano

Mi respirar es una reflexión. En mi cuerpo socavado,

Reflexionar en el cuarto es una ilusión. Hay espacio para telenovelas.

¿Qué es una ilusión? Podría ser un ermitaño,

Que esto, Pero nadie me vería.

Lo nuestro, Yo no lo quisiera,

Volverá. Pero a veces,

La risa es incontenible.



Ahora la frase para el bronce:

“ Aquí solo mean personas importantes”

03 julio 2007

La medicina, la galaxia y el suicidio de la Humanidad



¿Cual es la Fe de la medicina moderna? Asumamos que es mantener bajo control las enfermedades y accidentes, aumentando el confort de los habitantes, y disminuyendo su mortalidad. Es difuso definir en qué punto la salud, la necesidad, pasa a ser placer. Pero hay consenso en que la medicina debe disminuir la muerte, sin mediar diferencias ideológicas, de clase, raciales, o religiosas.

Aceptar la premisa fundamental de la medicina es aceptar por consiguiente la vertiginosa ciencia y sus logros de dos caras. Es de algún modo, asumir que más vale morir bien que vivir mucho sin “salud”. Aceptamos, sin explicitarlo mayormente, que los desiertos deberán ser poblados, y los mares oxigenados, adaptados para la vida humana. Es aceptar que las ciudades tengan densidades astronómicas, y los cielos se hagan más pequeños por su suelo adoquinado con edificios que rasgan el cielo, cada vez más pequeño. Nos congraciamos con la idea de colonizar otras estrellas y otras galaxias, hasta donde se pueda seguir, hasta donde lo permita la entropía (en el sentido de “La última pregunta”, del cesante Isaac Asimov). Aceptar que queremos rescatar la vida de esa manera, es romántico, es una manera muy valiente, y cómoda a la vez, de asumir que la humanidad tiene un fin seguro, en tanto se es humano, con los circuitos ideológicos cerrados que nos son inalienables. Aceptar la premisa ciega de la medicina, aferrarse a preservar la vida a toda costa, es aceptar el suicidio de la humanidad. Es aceptar la mayor y última eutanasia. Es eutanasia.

Es difuso el límite que determina hasta qué punto la medicina es un fin para sanar, o más bien un fin para ganar dinero. Claramente gran parte de la estructura medicina actual está siendo destinada al comercio. Ese mismo comercio es a veces lo que permite seguir avanzando en el conocimiento y tecnología de la medicina. La medicina comercial podría escudarse en un discurso de “mecanismo igualador de oportunidades”, elemento fundamental para permitir una “movilidad social”. Claramente la medicina ha podido soliviantar, así como aumentar, las diferencias de clases, mediante la cura de patologías como la desnutrición, el cretinismo, cólera, tuberculosis, etc. Es decir, elimina o agrega, una de las tantas causas, anexas al dinero, que separan al rico del pobre. Pues bien, los grandes laboratorios pueden desarrollar una maquinaria de lucro feroz, en tanto logren asentar en la opinión pública y gubernamental, la idea de que desarrollan una labor social fundamental para la cual son imprescindibles, por ejemplo, la producción masiva de drogas para apalear el sida.

¿De qué salud estamos hablando cuando la medicina moderna sale en su defensa, una salud particular para un grupo reducido de personas?;¿ Una salud para las generaciones presentes, y una incertidumbre para el mañana?; ¿ Podemos decir que la medicina defiende la vida si aún no estamos de acuerdo qué tipo de vida merece ser vivida?; ¿Podemos asumir como saludable, sanar una dolencia, si éste proceso acrecienta la brecha social ,o bien, es utilizado para aumentar cuotas de poder que generen represión?; ¿Puede, acaso, la medicina, desligarse de una visión humana global (al menos una laica, ya que espiritual es tanto más compleja)?

A veces pareciera que la mejor manera de definir el objetivo fundamental de la medicina es una definición netamente técnica y deshumanizada. La medicina busca fundamentalmente mantener la homeostasis (equilibrio) de los sistemas vivos, con una inevitable, y de cierto modo bastante arbitraria, jerarquía de los órganos y elementos que constituyen al ser vivo. Por ejemplo, es preferible amputar las células vivas del hígado, para que siga funcionando el cerebro, que amputar el cerebro para que se irrigue mejor el brazo derecho. Es decir, el objetivo es sustentar el equilibrio en tanto un criterio fisiológico relativamente objetivo.