22 febrero 2007

TIBURÓN DEL TRABAJO, ENCUENTRAME UN TRABAJO.

-En este momento, señor patrón de fundo añejo, le diré por que debe dejarme en el puesto. Esto es lo que produje ayer, en un momento de ocio. Se llama: “Estas son las ropas que poseía la poesía” , algo por el estílo.


-Las ropas son la prosa que poseía la poesía-

Por fin mi cuerpo sabe lo que son los somníferos, mi lengua se entera como es disolver un barbitúrico, y luchar contra el calor de un té excesivamente denso. Tengo tantas ojeras, tanta cara de masturbador compulsivo, que luzco notable, World Press Photo, Barcelona, Buenos Aires, imagino un gran cartel de propaganda anunciando una exposición gratuita, con esta misma expresión, mi rostro tal cual es ahora, de modo que los pelmazos puedan siquiera oler la sensibilidad de algunos, la sensibilidad de gente como yo. Ciertamente esta noche soy un gran escritor.

En este escrito de noche, en este estado de paz con el mundo y tregua con mi interior. Una noche pacificada, un Mall Arauco domado. Hoy sé que no quiero vivir más de veinte años a contar de las 1:25 PM del día de mañana. Hoy sé que no es necesario vivir más de 20 años a contar de las 1:25 del día de mañana. También sé que una muerte trágica es tan improbable como una muerte digna. 50 es un porcentaje bastante bueno, quizás generoso, ½ es una probabilidad de grandeza, una cifra justa y decente. Puedo ser un gran escritor, por que nadie más ve lo que yo veo, y eso basta para saber que soy un gran escritor. Por ejemplo, mediante la siguiente sentencia: “Esta noche soy un gran escritor”, estoy demostrando que soy fantástico. Tengo ganas de borrar la palabra “borrar” y la palabra “tengo”, y también tengo que borrar la palabra “también”, así como los artículos “la”, y objetos como la “y”.Sería bueno eliminar la palabra “palabra” y el adverbio “así”. De modo tal que toda esta patraña de genialidades haya culminado con la palabra “culminado”.

-Usted es espléndido señor Sacamano, ciertamente un gran escritor….un gran escritor.

03 febrero 2007

Culpas y Momentos

Mi sequía es pura, representa a gritos todo lo que no soy, o lo que quise ser alguna vez. Muchas veces me jacté de ello en conversaciones poco interesantes con mujeres de piernas que invitan a la labia, sin embargo luego de la primera estrofa quedaba acechado y la respiración en la nuca no es de mi agrado. Salir por la puerta luego de rechazar a un primor, con la cabeza en alto y prendiendo un cigarrillo, es la imagen que deberían poner en mi tumba hecha de piedra. El cigarrillo lo apago después de salir ya que soy algo asmático, pero el sabor en la lengua me ayuda a sentir el poder, que siempre parece vacilar.

Un poco de profundidad siempre es bienvenida, me dice mi editor, en tono más condescendiente que tedioso, es mi primer mes y estoy detrás de un gran escritorio. No saben que no necesito una mesa para escribir, ni que sus rostros no inspiran ni siquiera un buen verso. Necesito salir, intoxicarme un poco, contraer pequeñas enfermedades, dejar que las cosas corran para bien si es necesario. Aprovechando las horas libres (3 más que un trabajador cualquiera) que me dan al día, un segmento llamado "espacio de inspiración", salgo con mi lapiz de mina y un pequeño block. No hay muchas cosas más inútiles que exprimir un fruto que ha dado todo su jugo.. sin embargo, hay algo de las situaciones irreversibles que tiene su encanto. Por la plaza, una fuente inagotable de (borrón, cambio de hoja), hago amistad con un pequeño que está algo sucio, le compro una leche ya que parece hambriento, pero llega su madre y alcanza a quitarle el envase al pequeño antes de que dé su primer sorbo, me trata de degenerado, se va con un trote urgido lleno de gracia. LA VIDA ES mientras extraigo todo lo que puedo de la juventud ansiosa, seguramente promizcua, una breve anotación de la piel, que es lo más importante del día. Mis peticiones para la columna diaria eran: una caja de leche cada día, un reproductor de música, lápices de mina y gomas de borrar; no entiendo nada, mis hijos no van a ser así de afortunados.

El tema es libre, ya que soy de los que crean opinión, mis columnas son las descritas por los ejecutivos del periódico como "columna de enfriador de agua" o "watercooler column", frase malcopiada al dedillo de los gringos, ya que acá éstos no se prestan para discutir en su entorno. Los espaldarazos son habituales, me chocan, pero más me choca el que las ideas (breves, casi omitibles, pero muy inflables) sean usadas a destajo por quienes quieren ganar una discusión, como una verdad absoluta, un hecho histórico y se acabó. Sin embargo puede ayudar a que jóvenes olvidables a primera vista se hagan un pequeño espacio en el terreno femenino, que merecido o no, es difícil de hallar para ellos en el ámbito físico. No digamos que me alienta a escribir tampoco.

Las ideas son tan escuetas...

Las primeras experiencias te quedan, marcadas, de una manera u otra: cuando era pequeño me salieron persiguiendo una pequeña manada de niñas, el objetivo era entregarme a una de ellas, que se sentía enamorada del pequeño yo de 10 años. Como buen prepúber corrí hasta perder el aliento, y me escapé, aliviado, luego podía contarlo como una proeza. Lo curioso de la historia es que la niña en cuestión me gustaba, de una manera difícil de explicar para un niño, pero era pavor lo que luego me hizo sentir, sin dejar de quererla para mi. La pelirroja endiablada... es ella la que aparece cuando inicio el vuelo. Y siempre lo hago. Y nunca sé qué es lo que pasa.

No sé qué fue lo que pasó: la historia no se puede cambiar, pero se puede aprender de ella, se puede llorar y lamentar, y también celebrar y agradecer... soy feliz ahora? debo agradecer, o esperar y lamentar? debo hacer algo, la nada me come, voy a pedir un "espacio de inspiración". Es increíble la cantidad de cosas que siento por día, tantas pero tan repetidas, tan opacas, trilladas, son amables pero estúpidas, no tienen razón para mostrarme una celada sonrisa. Extraño los domingos en la tarde, cuando era pequeño y me mandaban a comprar pan; los videojuegos con mi hermano, esperando a que se desocupara la máquina a la que siempre jugábamos... esas sensaciones no volverán. Listo.

Me dicen que debo ser más polémico. La gente me lee pero ya no me discuten. Me cambian de escritorio y se lo dan a un barbudo de 17 años. Seguro se levantó una mina con mi ayuda.

Es fácil decidir (deducir) que no hay nada más que escribir. Desilución para los de mi clase, asombro para los más optimistas. Para mí quedan los poemas, la música, el cine; ya no suelo leer como antes. Hace un tiempo encontraba rápido algo de amor, lo extraía de los rincones que ningún don juan ha revisado, al lado del perro callejero. Era feliz (feliz) haciendo ofrendas, en papeles arrugados, perturbando las vidas ajenas, y más si bellas, de grandes sonrisas. No he dejado de bosquejar, ni de cortejar, pero todo ha cambiado. Los lápices de tinta determinaban de inmediato una obra de arte, de menor categoría o quién sabe, pero era algo definitivo, las palabras brotan apresuradas por un motivo. Ahora el lápiz grafito lo resume todo.

sin perdurar, la piedra, sigue su camino
erra en la línea recta, pero no en su misterio
su azar determinará
qué vida quedará imperturbable
sin su próximo a cesar rebote

¿Quizás todavía es muy luego para sentirme agradecido, o malagradecido de los eventos pasados?

el azar no es más que voluntad