22 junio 2006

Uno más

Si, es cierto, ya no soy lo de antes. El otro día traté de correr hacia el supermercado, en busca de una botella de cerveza y un paquete de cigarrillos. Y me sentí quemado, hermano, y no sólo por mi cuerpo, mi espíritu, asqueroso, no le encontraba sentido, trataba de hallar el porqué de ese trote. Paré y miré a todos lados. Cuando llegué a casa, le eché un trago a esa Heiney hasta dejarla a la mitad, mientras ponía en la tele cualquier partido. Ya era tarde para cualquier cosa, y mis manos ya no servían casi para nada. Es más, mis manos, las que con ansias esperaban por la próxima historieta en el kiosko, esas mismas, ahora hacen daño sin mucha contemplación, pensamientos muy lentos para que las yemas lleguen a enterarse. Todo se derrama en el aire.

Aunque no puedo negar que esto me gusta, dos amigos viendo la televisión, tomando una bien helada, ha durado tantos años que tiene que tener una importancia, siquiera la que el tiempo otorga. Hace muchos años... 12, ya tantos? fue que me esmeraba por ser el mejor hijo de puta en lo que fuera a lo que le hubiera puesto el ojo. Me esmeré, lo sabes, llegué a donde todos sueñan, tuve en las mismas manos que hacían hoyos en la arena, el poder y confianza para llegar tanto a los más oscuro como a lo puro y límpido. Esta bien, no era nadie, recién había terminado mi título de arquitecto, pero la razón estaba en mi, el orden, la seguridad, la escalera de valores iba de abajo arriba, tu sabes, como los mamones. Creo que fui lo mejor que pude hasta donde pude. Mi naturaleza de escombro salió a renacer cuando sólo faltaba la corroboración. Más o menos el tiempo en que nos conocimos en la micro, rumbo a mi casa. ¿Te acuerdas? me pediste que te acompañara a una fiesta, que no querías ir solo. Creo que una propuesta tan idiota como esa era todo lo que necesitaba.

Tengo dolor de cabeza... es que ya te he contado todo esto alguna vez? Espero que no... pero seguramente así ha sido. Ya no importa. Ya sé que las historias se repetirán y se han repetido, tanto en lo conocido como en lo nuevo, una y otra vez, te das cuenta de que es muy difícil hallar una conversación que no halla existido anteriormente? Trata de no pensar en eso una y otra vez mientras vas camino al trabajo, cuando sales de casa a ser parte de una masa de partículas vueltas locas, no lo hagas, realmente no vale la pena. Es tan fácil dejarse llevar por pensamientos, por raciocinios, ¿acaso no he "vivido" como todos dicen, como mi mamá me dice a cada rato? Fue fácil en ese momento. No le decía a nadie (en realidad nadie preguntaba), pero no sentía nada, ni amor, ni desconsuelo, ni agonía, ni alegría, ni tristeza, hacía mucho tiempo, de un momento a otro BOOM!. Al principio fue un alivio, claro, nada es mejor que mal, sin embargo luego extrañé lo malo, ya que me había olvidado de lo bueno, así terminé lo que la responsabilidad en el momento me exigía y fue todo. Ya en ese momento no aguantaba más. Al parecer no nací para lo que me criaron, y así el equilibrio naturalmente me llevó a este sillón, junto con un hijo de puta como tú, a contar historias que a nadie le importan. Al menos tengo a alguien que al menos se sienta al lado, aunque creo que de no ser por la cerveza ni siquiera te vería pasar, dime si no es cierto?? hey Bill? amigo?.

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