14 febrero 2006

Lo Racional del Asunto


Me doy vuelta en la cama de nuevo. No puedo dormir, debe ser porque dormí en la tarde. Me levanto. Aprovecho de hacer el aseo ahora, asi no tendré que hacerlo mañana. Pongo un poco de música, un cd que me regaló un amigo, lo escucho. Lo encuentro fome, pero lo dejo un rato más, hasta que termina. Cuando termina ya estoy acostada de nuevo, cerrando los ojos, pensando en lo que hay para mañana. Después de un rato de organizar las tareas, labores y salidas, me da sueño y dejo de pensar.

Son las 9 y me levanté hace un rato, prendo la tele y me dejo caer sobre la cama. Mi hermano aparece por la pieza y se acuesta a los pies de mi cama, sin decir nada por un rato. Luego comienza a hacerme cosquillas y me río un poco, le devuelvo el favor, jugamos y nos tiramos de los pelos y extremidades. Se hace de mediodía y me voy a duchar, Ulises se queda en mi cama y, cuando salgo del baño, está frente al computador. Tengo que ayudar a mi mamá a hacer el almuerzo, pelo unas papas, rebano unas zanahorias, luego me escabullo y salgo al patio, donde está mi sobrino tratando de meterse a la piscina. Lo detengo con un abrazo desde atrás, lo levanto por los aires y venzo su frustración con cosquillas y morisquetas. Cuando estalla en carcajadas lo dejo en el piso y agarro una caja con libros para pintar, ambos con lápiz en mano, y pintamos mientras me explica los dibujos que aparecen en las hojas. Hora de almorzar.

En la tarde me llama un amigo para salir más tarde, le digo que sí y me voy a arreglar un poco, mientras me miro al espejo está mi sobrino a mi lado, echándose algo en la cara, con el peine en la mano, llevándolo desde la frente hasta la nuca, repetida y lentamente, dándose el tiempo de ordenar los pelos que escapan al orden. Cuando busco mi bolso él ya tiene el suyo, y cuando digo que voy a salir, lo hago cuando él está con mi mamá en la cocina.

Nos juntamos en el metro, cuando llego él está dándose vueltas, mirando para todos lados, menos hacia mi dirección. Lo sorprendo por la espalda y nos saludamos. Hablamos mientras caminamos al cine, que está bien lejos del metro, pero llegamos finalmente y sacamos las entradas. No hay gente en la fila. Nos sentamos antes de que empiece, sin parar de hablar por un rato, riéndonos a ratos, aunque cuando llega el silencio quiero que diga algo. De repente se apagan las luces y se da vuelta hacia adelante.

Termina la película y caminamos despacio por la calle, siempre hay risas, muchas veces lo veo incómodo, hay otras en que se queda callado por largo tiempo hasta que dice algo medio extraño, no lo entiendo, pero asiento con la cabeza. Caminamos mucho y ya estoy cansada, me va a dejar a la micro y nos despedimos. Cuando llego a la casa prendo la tele y me acuesto, me quedo dormida al tiro.

No hay comentarios.: