21 mayo 2006

La reina

Son esas cosas que pasan de repente, llegué acá por el amigo de la
amiga de la hermana de la celebrada, creo que está de cumpleaños,
pero no estoy seguro. La casa es bonita, acogedora, me fijo
prioritariamente en la mesa donde yacen los líquidos, tiritando ante la
inminencia de su futuro gástrico, pero concientes de que de irse no se
irán derrotados.

Me entero que la festejada está de cumpleaños, y cumplo con el saludo
protocolar (mínimo), luego como es de esperar, debemos hacer la
"vaca", y mandamos a los flirteantes de turno a la botillería mas lejana, y
es que en esas cosas, es mejor tomarse algo de tiempo.
Suena de fondo algo de hip-hop, y reviso la estancia, luego de abrir el
primer pisco y servirlo en los infaltables vasos plásticos cafés (debiesen
ser declarados el invento del siglo, mas que la ampolleta o el teléfono).
La música nos invita efusivamente a salir de la casa, y en el jardín,
empezamos a hablar, "comentando" sobre los demás, o cuan mala está
la música, y que tal las nenas presentes, y ya pasó la primera piscola.
Conforme avanza la noche, el frío cala mas profundo y somos atraídos
hacia el interior, la selecta audiencia se hace respetar, y ahora suena en
el Phillips 2005 de 2000 Watts, el papito del flow, macheteando a no se
cuantos, pero ya no es malo, invita a bailar (el pisco se defiende bien,
después de todo).
Prefiero conversar, y para ello me acerco a alguna dama que se vea un
poco aburrida de los beats puertorriqueños, mientras los "amigos" de
polerones anchos y caminata flectada, ponen todo su "perreo talentoso"
en la pista, los miro de reojo, quizás mas copeteado, intente emular al
mas mula, quedando yo como el mas mula, pero con cuatro gramos de
alcohol por gramo de sangre ( es eso posible??), da todo lo mismo.

Nuevamente no me acuerdo del nombre de la nena, pero claramente no
la recordaré por el nombre, fue como un oasis en medio de la bruma,
excesivamente atractiva no era, pero tenia un rasgo difícil de encontrar,
olía muy bien, no como las colegialas, con sus perfumes de guagua,
quizás para despertar al vejete pedófilo de la micro; tampoco el tabaco la
nublaba, en mi cabeza bastante brumosa a esa altura. Y es que tuve que
desarrollar un sentido inquisidor y confiable, en vista de que mi
tolerancia al alcohol es baja, mi olfato es ahora el que me indica los
caminos a seguir.

Mientras yo converso con la nena (ella es la que habla..), los flirteantes
del principio ya están "conociéndose mejor", adentro dos de las cuatro
piezas están ocupadas ya, el frío cala hondo (y no solo el frío al parecer),
en el living corre la marihuana, mientras alguien frega el piso de la cerveza
que se cayó de la mesa. La cumpleañera va tres cero, y busca un cuarto
pa asegurar el partido, sobre la mesa solo quedan los vestigios de la
civilización, un par sigue bailando y besándose al mismo tiempo, en una
maroma corpórea difícil de mantener ya que ella es bastante mas
pequeña que él y a nadie ya le importa lo que suena en el Phillips

(excepto a los vecinos).

No hay comentarios.: