14 noviembre 2005

Cultura

Incontables veces en la misma situación, en algunas, toma armas y
muero con valor, en otras, solo el tiempo me acompaña, en el sepulcro
hasta la muerte.
Estuve al principio, cuando Alejandro invadió el mundo, morí frente a
su hierro, y morí nuevamente frente al hierro persa, Lloré dos siglos,
delante de las ruinas de la biblioteca de Alejandría, me desangré al ver como se prostituyó helena en el entrecasco y la entrepierna romana.
En Roma me desaté, presidí sus fiestas y orgías, mientras me forjaba
para el futuro en los estudios de los sabios.
Gracias a los brazos de Roma, me extendí por el mundo, luchando mi
propia guerra, sin sangre, sin sufrimiento (físico, al menos).Pisotee
varias culturas, antes de ser pisoteada por las olas de bárbaros del
norte.
Escondí mis alas y me refugié en Bizancio, adopté el Cristianismo, que
sano muchas corrupciones y produjo otras. Me desarrollé en Asia, bajo
el imperio del sol naciente, en China y sus alrededores, me mantuve
incólume por cerca de 4000 años, mientras en Europa vestía de monje y
acumulaba vasallos.



Esperé un tiempo razonable, hasta que Europa quizo humanizarme, deje
las altas esferas metafísicas, para centrarme en el hombre. Mis
cirujanos me reconstruyeron, y pude percibir nuevamente a la helena de
antaño, joven ya no, mas muy alegre.

Los Hombres, que siempre me aman, me llevaron en barco, a recorrer el
mundo, así, acogí a los indios en América, destruí sus dioses paganos,
se generó una nueva raza, desde donde nuevamente pude tomar bríos y
renacer, como tantas veces en la historia del Hombre.

Así Infinitas veces, los españoles me pusieron en boca indígena,
además de sus enfermedades y su idioma. Extendí mis brazos, a cada
libro que llego al nuevo mundo lo bauticé en mi nombre.
Ahora la mayoría de las culturas precolombinas solo sobreviven en
museos, mientras yo me esparzo por las mentes de los hombres y
mujeres, algunos se niegan a morir, pero aún así, el tiempo los
matará, el tiempo, que en cierto modo también me pertenece.



Algunos critican, sobre la transculturación de los pueblos, que
deshace los rasgos propios de cada cultura particular, volviéndose en
una mezcolanza de actos sin identidad, pero ¿que es la cultura?, sino
mas que eso, la mezcla de ideas, que a veces pisotea sin querer lo
propio, o lo ajeno, no creo que esté mal, mientras podamos ser libres
al expresarnos, y pensando, profundamente si lo que hacemos, nos hace
bien como seres individuales y colectivos. En un tiempo sabíamos que
los derechos humanos eran buenos, en otro los negamos, y aún lo
hacemos, la cultura en si no es buena o mala, no podemos pretender que
todas las culturas permanezcan inalteradas, porque no es así como se
desarrolla el planeta, ya lo hemos visto, por lo que hay que velar es
por la libertad al hacerlo, ya pasó el tiempo de guerras y pisotones,
ahora busquemos la libertad (el el sentido total, inalcanzable casi),
en todo acto, incluso en el de elegir, que somos y de donde.

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